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sábado, 15 de noviembre de 2025

FRANCISCA, TU NO ESTÁS SOLA.

🌊 Poema para Francisca

Tú no estás sola.
Hay manos que no tocan pero cobijan,
hay ojos que te cuidan en silencio,
hay corazones que velan tus noches en la arena.

Las olas son brazos que te envuelven,
el viento es un beso tibio que te nombra,
y el mar…
el mar es tu casa y tu destino,
pero también es el puente
que hoy te une a todos nosotros.

Somos testigos de tu luz, Francisca.
Y te acompañamos,
aunque no podamos caminar a tu lado.

Francisca, pequeña hija del mar,
tú no estás sola.

Hay gente amorosa que te guarda
desde la orilla,
sin invadirte,
sin tocarte,
solo respetando tu existencia sagrada.

La arena es tu lecho suave.
Las olas se vuelven brazos que arropan.
El viento baja lento de los cerros
para dejarte un beso tibio en la piel.

Te estamos acompañando
desde el corazón.
En silencio.
Con amor.
Con luz.

Elida Bentancor
Creaciones de Luz ✨ 
💙🌊

ALMA MADRE DEL MAR

A mi Madre, Alma del Mar.

"En Piriápolis, fuimos testigos de algo que va más allá de la naturaleza:
la despedida entre una madre del mar y su cría.
La pequeña Francisca ve partir a su mamá, Alma, hacia las profundidades,
mientras ella comienza a escuchar la voz del océano que también la llama.

No hay lágrimas.
No hay reclamos.
Hay sabiduría antigua.
Hay destino.
Hay amor que no retiene: amor que libera.

Francisca nos recuerda que el amor verdadero no encadena,
acompaña el vuelo —y también la partida.

Gracias por traerme,
por cuidarme,
por elegirme,
por dejarme libre…
— Francisca 🦭🌊"


Madre,
tú que llegaste desde las rutas secretas del océano,
trayendo en tu cuerpo la memoria antigua
de las profundidades donde nace la vida.

Fui tu latido primero,
tu silencio cálido bajo la luna,
tu sombra protectora
en esta orilla que algunos llaman Piriápolis
y que tú elegiste
como quien reconoce un santuario invisible.

Me enseñaste a escuchar el rumor de las olas,
a sentir cómo la marea respira,
a comprender que el mundo es vasto
y que cada viaje comienza
en un abrazo.

Ahora el mar nos llama,
a ti hacia tu misterio,
a mí hacia mi destino.

Sé que partirás primero,
como lo hacen las madres del agua:
sin palabras,
con la dignidad de quienes saben
que la vida continúa
cuando el amor ya ha sido sembrado.

Y yo también partiré,
cuando mi piel recuerde la sal de tu piel,
cuando mis aletas comprendan el pulso de la corriente,
cuando el viento me diga
que ha llegado mi hora.

Pero donde quiera que me lleven las caracolas del destino,
yo llevaré tu nombre en mi cuerpo,
tu aroma en mi sueño,
tu fuerza en mi canto.

Porque hay amores que no necesitan la presencia
para permanecer.
Yo soy tu agua,
tú eres mi origen.

Gracias por traerme,
por cuidarme,
por elegirme,
por dejarme libre.

Siempre volveré al lugar donde nos rozó el amanecer.
— Francisca🦭🌊

Élida Bentancor.
Creaciones de Luz ✨