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domingo, 16 de noviembre de 2025

LLAMADO DE LAS PROFUNDIDADES

Llegamos a la tercera y última parte de la trilogía.
Este es el momento donde Francisca ya siente el llamado, y comienza su viaje.
Tono místico, marino, profundo, iniciático.
Este poema es Francisca hablándole al océano, en un diálogo místico, marino, profundo, iniciático....🌊🦭


Llamado de las Profundidades🌊

(Francisca – Élida Bentancor, Creaciones de Luz ✨)

El mar me llama,
y yo lo escucho.

No es un llamado fuerte,
no es un grito.
Es un susurro antiguo
que vibra en mis huesos,
como si hubiera estado escrito
mucho antes de nacer.

Hoy,
la arena ya no me retiene.
El viento ya no me guarda.
La playa que me acunó
me despide con ternura,
como quien sabe que el camino
es parte del alma.

No voy sola.
Voy con la memoria
de la piel de mi madre,
con el resplandor dorado
del primer amanecer que vi,
con el calor de tantas miradas humanas
que cuidaron mi pequeño latido
como si fuera sagrado.

El océano me espera.
En sus aguas se abren puertas invisibles,
caminos que solo el corazón reconoce.

Me sumerjo
sin miedo,
porque cada ola me dice
que este viaje es mío,
que este destino me pertenece.

Si alguna vez regreso,
será para traer vida,
como ella trajo la mía.

Pero incluso lejos,
yo seguiré siendo
de este lugar que me vio nacer,
de esta luz que me sostuvo,
de esta historia que ya es leyenda.

Yo soy Francisca,
hija del mar,
y hoy comienzo a nadar
hacia mi nombre verdadero.

— Francisca
Élida Bentancor · Creaciones de Luz ✨

Acompañemos su viaje con respeto y amor.
Ella no nos pertenece, pero nos eligió como testigos.

💙🌊 Gracias por cuidar la vida.



sábado, 15 de noviembre de 2025

FRANCISCA, TU NO ESTÁS SOLA.

🌊 Poema para Francisca

Tú no estás sola.
Hay manos que no tocan pero cobijan,
hay ojos que te cuidan en silencio,
hay corazones que velan tus noches en la arena.

Las olas son brazos que te envuelven,
el viento es un beso tibio que te nombra,
y el mar…
el mar es tu casa y tu destino,
pero también es el puente
que hoy te une a todos nosotros.

Somos testigos de tu luz, Francisca.
Y te acompañamos,
aunque no podamos caminar a tu lado.

Francisca, pequeña hija del mar,
tú no estás sola.

Hay gente amorosa que te guarda
desde la orilla,
sin invadirte,
sin tocarte,
solo respetando tu existencia sagrada.

La arena es tu lecho suave.
Las olas se vuelven brazos que arropan.
El viento baja lento de los cerros
para dejarte un beso tibio en la piel.

Te estamos acompañando
desde el corazón.
En silencio.
Con amor.
Con luz.

Elida Bentancor
Creaciones de Luz ✨ 
💙🌊

viernes, 7 de noviembre de 2025

FRANCISCA, HIJA DEL MAR


🌊 Francisca: Hija del Mar y de la Historia

Reflexión para Buenos Pensamientos

En las costas de Piriápolis, Uruguay, ocurrió un acontecimiento que tocó el corazón de miles de personas: el nacimiento de una elefantita marina, algo muy poco común, porque estos animales suelen elegir lugares apartados y silenciosos para dar a luz.
La pequeña fue llamada Francisca, en honor a Francisco Piria, el visionario y místico que fundó el balneario y que dejó en sus paisajes símbolos, energías, historias y una atmósfera que muchos consideran espiritual.

Francisca nació rodeada de cuidado humano, respeto y emoción. Su madre, a quien muchos llamaron Alma, la protegió, la alimentó y la acompañó durante los primeros días, en un lenguaje silencioso que pertenece a la naturaleza: el lenguaje del amor que enseña y el amor que libera.

Como todas las elefantas marinas del sexo femenino, cuando Francisca llegue a la adultez y sea su turno de dar vida, es muy probable que regrese a este mismo lugar.
No sabemos cuándo la volveremos a ver, pero sí sabemos algo:
quien regresa, es porque recuerda.

Esta trilogía es un homenaje a esa unión:
madre y cría, origen y destino, tierra y mar, memoria y libertad.


🌊 Francisca, hija del mar

(Poema de Élida Bentancor – Creaciones de Luz ✨)

No elegí nacer aquí,
pero el destino me trajo a esta orilla,
entre montes que susurran historias
y un aire que huele a magia antigua.

Piriápolis me abrió sus brazos,
y en su arena dormí los primeros sueños,
mientras ojos humanos —buenos y dulces—
velaban mi aliento y mi ternura.

Me llamaron Francisca,
por aquel místico que amaba los símbolos,
por quien miraba el horizonte
buscando respuestas en la luz del mar.

Pronto me iré.
Las olas me llaman con voz profunda,
y el viento me dice que el océano espera
mi regreso a su cuna infinita.

Pero aunque me lleve la marea,
nunca olvidaré el sitio que me vio nacer.
Volveré, cuando la vida me pida
dar a luz la continuidad de mi especie,
volveré a estas costas que me amaron
sin conocerme.

Porque el mar tiene memoria,
y mi corazón —hecho de agua y destino—
llevará siempre el nombre
de Piriápolis en su espuma.

✍️Elida Bentancor